Aunque en este momento las prioridades se centran en satisfacer necesidades básicas y coordinaciones logísticas, es importante no desestimar el impacto emocional en los damnificados. Habitualmente la asistencia psicológica es planificada para una etapa posterior, pues se suele considerar que deben ser atendidos quienes presentan síntomas de patología mental o manifestaciones "traumáticas"
Sin embargo, en plena respuesta a la emergencia se pueden desarrollar acciones preventivas, con la población damnificada y muy especialmente con los equipos que trabajan en terreno para que la experiencia pueda ser tolerada y no perturbe o interfiera en las tareas asignadas
Lic. Claudia Gómez Prieto
Presidente Sociedad Argentina de Psicología en Emergencias y Desastres
Consultora en Gestión de Riesgo, Políticas de Género, Desarrollo e Inclusión Social
Profesora Universidad Católica Argentina
claudiagomezprieto@gmail.com
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